En Serbia miles de personas, en su mayoría de origen afgano y pakistaní, pero también nepalíes, iraníes e iraquíes, sobreviven en la calle, esperando que se abran las fronteras para poder tener una segunda oportunidad en Europa.
La mayoría se esconde en los bosques para evitar el maltrato policial o las deportaciones ilegales, a la espera de que llegue el momento del próximo intento. Lugares como Subotica, Sid o Sombor son los principales puntos de conglomeración de personas refugiadas, en su mayoría menores de edad no acompañados.
Deja una respuesta